El 14 de noviembre de 2012 os puse
una entrada sobre la restauración.
El proyecto respondía a la necesidad
de reparar unas grietas que ponían en riesgo la estabilidad de su acueducto
El consejero insular de Cultura,
Patrimonio Histórico y Museos, Larry Álvarez, y el alcalde de San Bartolomé de
Tirajana, Marco Aurelio Pérez, han presentado la restauración llevada a cabo
por el Cabildo de Gran Canaria del Molino de Cazorla (Fataga, San Bartolomé de
Tirajana).
La restauración del emblemático molino obedeció a la necesidad de reparar las preocupantes grietas aparecidas en su acueducto, las cuales amenazaban la estabilidad de sus pilastras. El proyecto ha corrido a cargo de la arquitecta Guacimara Delgado (empresa Rodríguez Luján) y ha supuesto una inversión cercana a los 46.000 euros.
Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y situado junto al pueblo de Fataga, el molino fue construido en 1880 por Sebastián Cazorla Jiménez conforme a los cánones de la arquitectura rural tradicional.
Sus características constructivas han hecho de él un icono del paisaje cultural grancanario, siendo objeto de las fotografías y el interés de los miles de visitantes que cada año pasan por la carretera que va del sur hacia el centro de la isla, por Fataga y Tunte.
La restauración del emblemático molino obedeció a la necesidad de reparar las preocupantes grietas aparecidas en su acueducto, las cuales amenazaban la estabilidad de sus pilastras. El proyecto ha corrido a cargo de la arquitecta Guacimara Delgado (empresa Rodríguez Luján) y ha supuesto una inversión cercana a los 46.000 euros.
Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) y situado junto al pueblo de Fataga, el molino fue construido en 1880 por Sebastián Cazorla Jiménez conforme a los cánones de la arquitectura rural tradicional.
Sus características constructivas han hecho de él un icono del paisaje cultural grancanario, siendo objeto de las fotografías y el interés de los miles de visitantes que cada año pasan por la carretera que va del sur hacia el centro de la isla, por Fataga y Tunte.
Esta joya del patrimonio etnográfico grancanario –dedicada en su día a moler el grano para la obtención del gofio, gracias a la fuerza del agua procedente de la Heredad de la Fataga- tiene entre sus características más destacadas un acueducto de carga cuyos pilares de piedra, levantados sobre una ladera de marcado desnivel, soportan una acequia de mortero de cal montada sobre vigas de madera.
La estabilidad de esta estructura única queda ahora garantizada con la actuación llevada a cabo por el Cabildo.
Información
sobre el Molino de los Cazorla
Situado en el pago de Los Cercados
Altos de Fataga es uno de los mejores ejemplos de muela de agua de Gran Canaria,
una instalación que data del siglo XIX aunque sufrió una modificación a
principios del siglo XX que le dio su actual apariencia.
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Una remodelación que fue todo un
acontecimiento en la zona ya que los dueños, con la finalidad de dotar de más
potencia al mecanismo construyeron un cubo de agua que superaba en más del
doble al original. Y los que acudieron a su puesta en marcha no debieron
sentirse decepcionados por la experiencia ya quela presión del agua acabó por
reventar el cubo y se llevó por delante el mecanismo del molino primitivo.
Los propietarios de esta muela,
situado junto a uno de los más bellos palmerales del barranco de Fataga,
tomaron buena cuenta del error y reforzaron la estructura del cubo
mediante una torre escalonada que, hasta hoy, ha resistido la acción del
agua y del tiempo.
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Un espectacular acueducto, realizado
con vigas de tea y piedra, conducía el agua hasta el límite superior del cubo
precipitándose en una caída de 12 metros que, junto a un estrechamiento del
canal, aumentaban de manera importante la presión del agua dirigida hacia las
palas que, bajo la casa auxiliar del molino, movían el mecanismo de molienda.
El molino, aunque actualmente en
desuso, aún puede verse íntegramente en la antigua casa del molinero. Esta
infraestructura de la agricultura industrial de nuestro campo es uno de los
pocos que aún pueden verse enteros en la isla y ha sido declarado Bien de
Interés Cultural gracias al Cabildo de Gran Canaria.
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El acceso es sencillo y basta
con dejar el coche en el aparcamiento del complejo turístico Molino de Agua y
acceder a través de la GC-60. Eso sí, hay que respetar el edificio, de
titularidad privada y no caer en la tentación de ver el cubo desde arriba
atravesando el canal; una travesía corta y arriesgada que, para colmo, pone en
peligro una de las joyas más interesante de nuestro patrimonio etnográfico.
Videos
de molino de los Cazorla
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