Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

jueves, 2 de febrero de 2012

Molino de Zamakola. Dima (Vizcaya)

Situación: Barrio Indusi. Se sitúa en una de las principales entradas al Parque Natural de Urkiola, a escasos metros de las cuevas de Baltzola, en el municipio de Dima.

Visita mediante cita previa: Llamando al teléfono 946315818.

Se trata de un molino-caserío de planta rectangular con tres alturas bajo cubierta de cuatro vertientes.
El acceso se realiza a través de un portalón con arco rebajado. El molino está ejecutado con fábrica de mampuesto, con sillares en los esquinales y en el recerco de los vanos. Se encuentra en perfecto estado de conservación, que siguen actualmente en uso.

Se desconoce su fecha exacta de fundación, aunque sabemos que desde mediados del siglo XVIII existió aquí un molino. En 1874 el conjunto fue reedificado, como lo atestigua la placa conmemorativa de la fachada. Posteriormente las instalaciones han sido modificadas para producir electricidad.

En la planta baja se ubica la sala de molienda, donde se localizan tres muelas de eje vertical, dos tolvas de forma troncopiramidal invertida (la central desaparecida), tres guardapolvos, las arcas de harina recientemente reformadas, un pescante para desplazar las muelas, balanzas, pesos, etc. Al exterior se localizan los elementos de acumulación y transmisión hidráulica: presa, calce, antépara, etc. En el subsuelo del molino se halla la estolda, que acoge tres ruedas hidraúlicas.

http://www.gorbeialdea.com/

Información sobre el molino en pdf
Más información sobre el molino

Noticia sobre el molino
Molino de Zamakola (Dima). Molinero por un día
El molino de Zamakola, conservado en perfecto estado, te ofrece la posibilidad de conocer un viejo oficio de primera mano. Desde el centro de Dima, en dirección a Otxandio, un camino vecinal -situado a la izquierda- te conducirá hasta el barrio de Indusi. Más adelante, darás con el hermoso caserío que alberga en su seno un castizo triturador de trigo y maíz todavía en uso, visitable con cita previa durante los fines de semana.
La instalación evidencia una clara arquitectura popular neoclásica. Escoltado por gruesos muros de piedra, un arco rebajado señala el acceso al interior del recinto, a través de un rústico portalón. El piso bajo atesora la sala de molienda. Allí encontrarás unas arcas de harina recientemente remodeladas, dos tolvas, pesos, balanzas y todo lo necesario para convertir el cereal en polvo como por arte de magia. Mientras que en el subsuelo se encuentran tres ruedas hidráulicas, que trasmiten la fuerza necesaria para mover las muelas o grandes piedras trituradoras. Durante el proceso, el molinero decide la finura de su trabajo al controlar la proximidad de estos elementos entre sí.
Imagen de la noticia

En el exterior, a unos 300 metros, destaca la presa de mampostería del tipo ‘recta de gravedad’, que llama la atención debido a sus 2 metros de largo, por 8 de ancho. La infraestructura contiene el caudal del río y desvía las aguas hacia un canal, a través de una apertura férrea. Este calce dispone de unos 200 metros de longitud por 1,5 de ancho.
Al final de esta caída, se sitúa una balsa con capacidad para estancar 80 metros cúbicos de agua. Adosada al inmueble, la estructura de sillería tiene el fondo inclinado. Así, el líquido fluye por unos orificios para caer en chorro contra los rodetes o ruedas de hierro. Piezas que, al girar, empujan las piedras de molienda. Finalmente, el agua utilizada por el sistema torna al manantial del que proviene, tras atravesar un desagüe excavado en el terreno.
Allá por el siglo XVIII, Dima llegó a contabilizar 5 ferrerías y 17 molinos, siendo este un notorio ejemplar enclavado al fondo de un bucólico valle. En un entorno rural privilegiado, la barriada de Indusi también puede presumir de dar cabida a más construcciones interesantes, como la ermita de San Francisco u otros caseríos que lucen orgullosos sus escudos heráldicos. Pequeñas píldoras de historia que brotan en un remanso de paz.
El Correo

No hay comentarios: