Patrimonio Industrial nacional e internacional

PATRIMONIO INDUSTRIAL - INDUSTRIAL HERITAGE - PATRIMOINE INDUSTRIEL

martes, 22 de marzo de 2011

Demoler molinos, de Pedro Zapater

He leido un articulo muy interesante sobre molinos y he decidido colgarlo entero para que lo podais leer, el título es algo alarmista (imagino que para llamar la atención), pero vale la pena leerlo y ademas cuelgo algunas de las fotos. 
Zaragoza
Demoler molinos, de Pedro Zapater.
Las obras de habilitación del Molino de San Pedro, en la Sierra de Albarracín como vivienda de turismo rural se han detenido. Y esto se ha logrado gracias a que la Asociación para la Defensa del Patrimonio, Apudepa, denunció ante el Gobierno de Aragón «la destrucción» de una edificación histórica, cuya presencia en el nacimiento del río Cabriel ya estaba documentada en el siglo XIV. Esta queja también ha tenido su eco en las redes sociales. Existe un grupo en facebook, que ya cuenta con 764 miembros, en el que se critica el impacto paisajístico que esta edificación suponía en este paraje de gran valor natural.

Cascada del Molino de San Pedro, Albarracin,Heraldo.es

En todo Aragón existen numerosos molinos históricos que han corrido diferente suerte: algunos están en ruina, los hay olvidados, otros fueron demolidos. Existen varios rehabilitados que han vuelto a funcionar, o se han reconvertido en museo, casa rural, restaurante o, simplemente, siguen siendo la vivienda de los descendientes del molinero del pueblo, como el de Villastar, en Teruel.
Durante los siglos XVII y XVIII, estas edificaciones proliferaron en la creciente industria molinera. Los hornos, molinos y batanes fueron monopolio de los señores, como el duque de Híjar, en el bajo Aragón. Propiedad de este noble era el molino y el horno de Urrea de Gaén, entre otras muchas posesiones. La construcción del molino de dicha localidad data de la segunda mitad del siglo XVIII y, posiblemente, fue Agustín Sanz (uno de los mejores arquitectos españoles del siglo XVIII, autor de la Puerta del Carmen) quien proyectó los planos de esta edificación industrial. También son obra de este arquitecto el molino de Goicoechea, cuyos restos todavía se pueden ver en el parque Bruil, y el muro de contención de San Lazáro, a orillas del Ebro, en la capital aragonesa. Asumió, además, la construcción del horno de pan y de la iglesia de Urrea. En la actualidad, este molino está abandonado y en ruina. No es el único caso; otros también han caído en el olvido, o continúan a la espera de su recuperación.
Molino Urrea de Gaen, Heraldo.es
Molino Gocoechea, Parque Bruil, Heraldo.es
 Se vende molino. Existen molinos en las localidades de Tramacastilla, Torrelacárcel, Molinos, Cabra de Mora o Cantavieja, en Teruel, cuya venta se anuncia en en internet. Desde 14.000 euros usted puede ser propietario del molino de Tramacastilla, o adquirir el de Torrelacárcel por 145.000 euros, que ya está reformado. Si su bolsillo se lo permite puede comprarse el de Cabra de Mora. Conserva toda su maquinaria y el precio asciende a 575.000 euros. Aunque hay algunos que ya tienen dueño, como el del Gato, en Albarracín o el de San Lázaro, en Zaragoza, convertidos en restaurantes.
Entre los edificios que se han restaurado destaca el molino de Almonacid de la Cuba, en Zaragoza; el de Alacón, Ojos Negros, Villalba Baja y Villel, en Teruel; o el de El Grado y Biescas, en Huesca, entre muchos otros.
Molino del Gato, Albarracin, Heraldo.es
Molino del Grado, Huesca, Heraldo.es
Durante los siglos XVI y XVII España contaba con cerca de 6.000 molinos. En los de harina se molía trigo, cebada, maíz o centeno. Según las características técnicas, para mover la muela (piedra troncocónica utilizada para triturar) se utilizaba la energía eólica, la hidráulica o animales para efectuar la moltura.
Por lo general, estas construcciones se situaban a las afueras de los pueblos, junto a los ríos, para aprovechar el agua como energía. También se situaban en zonas despejadas, donde el viento cobrara mayor virulencia a la hora de mover las aspas de los molinos eólicos. El ruido que generaban podría ser una razón para que, por lo general, se ubicaran alejados del centro urbano de las localidades.
Agua pasada no mueve molino
La industrialización de la segunda mitad del siglo XX acabó por completo con el oficio de molinero, que vio cómo las fábricas harineras y aceiteras acababan con una profesión ancestral, cambiando por completo el paisaje de esta tierra.
En la actualidad, el patrimonio industrial de los núcleos rurales sufre el deterioro y el abandono más absoluto. En algunos casos, como el del citado Molino de San Pedro, en Albarracín, se pone de manifiesto que, donde antes se molía, lo que ahora prima es demoler.
Molino de San Lazaro, Heraldo.es

Molino Albalate, Heraldo.es
 Todavía se pueden recuperar algunas de estas construcciones. La lista es extensa y existen varios proyectos que ya están en marcha: Solo por añadir algunos a los ya citados están el de Abiego, Morana, Benabarre, Tormón, Nonaspe o Albalate del Arzobispo, entre otros.
www.heraldo.es

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